En la luz o en la sombra

Antes para comprender a la sociedad se le intentaba definirla mediante sus relaciones sociales de producción, sus conflictos, sus métodos de negociación, se hablaba de dominación, de explotación, de reforma o de revolución. Hoy sólo se habla de globalización y exclusión, de distancia social creciente o al contrario de concentración de capital o de la capacidad de difundir mensajes y formas de consumo. Se había adquirido la costumbre de situase respecto a otros en escalas sociales, de calificación, de ingresos, de educación o de autoridad, ahora hemos reemplazado esa visión vertical por una horizontal: estamos en el centro o en la periferia, dentro o afuera, en la luz o en la sombra.

La experiencia cotidiana de esta disociación creciente entre el mundo objetivado y el espacio de la subjetividad sugiere en primer lugar responder la pregunta: ¿cómo podemos combinar nuestras diferencias con la unidad de una vida colectiva?