Entre la postal y la acción.

Hablar de algo no significa que lo conozcas o lo hagas.

Al parecer se ha entrado en un estado de sofisticación mental bastante complejo como para saber que tener que vivir no es necesario para conocer o que no es necesario hacer para resolver. La explicación descansa en que el simulacro puede alcanzar la categoría de real y por ello creemos más en la postal que en lo que defendemos y esto hasta es legítimo y verás… como si realmente se actuara.

Esto, me recuerda a las postales que vendían en Cancún cuando ya no había playa en la zona hotelera, claro después hubo pero la arena no era arena y duró poco, más sin embargo el simulacro continuó.