La vida en la burbuja


El miércoles pasado en una reunión de trabajo oí como pretendían tratar el tema de universitarios homologando dicha categoría con el tema de la juventud. Primero hay que dejar claro que ni todos los universitarios son jóvenes ni todos los jóvenes son universitarios, y me sedujo la idea de una Ciudad de México donde todos sus jóvenes son universitarios y becados: con lo que el DF consolidaría mi utopía.

Quien lo dijo definitivamente debe de vivir en una burbuja, en una enorme pompa blindada y polarizada.

Por otro lado el término universitario es muy amplio, nos incluye por nombrar algunos ejemplares: bibliotecarios, decanos, rectores, académicos, investigadores, tutores, personal administrativo y alumnos. Y la categoría de juventud, es aún más amplia: trabajadores, desempleados, presos, huidos, acorralados, sin opción, fresas, punks, skaters, neo hippies, darketos, músicos, vagos, adolescentes embarazadas, huérfanos, estudiantes, chavales de clases sociales diversas, analfabetas, indígenas, incomprendidos, abandonados, enfermos, sanos, deportistas, sedentarios, apáticos, etc.

Sé que entre los universitarios también hay y de sobra quienes caracterizan bien cualquiera de los estereotipos con que menciono a la juventud, pero ese no es el asunto importante.

Lo importante es la generalización, la masificación. Si ya ésta bien cabrón definir loa términos joven y universitario, ahora la magnitud simplista de homologar ambas, no sólo es muestra vanidad e incompetencia de quienes así piensan, es una mamada, es más ni mamada es, creo que viene siendo una mordida en el pezón o en el pito. Son de esas cosas que no entiendes y que realmente te encabronan. ¿O No?