Huir hacia delante (3)
Hoy escribo a prisa… (tengo un compromiso en el Europa)
Ayer martes, para pasar la lluvia: crepas de chocolate blanco, café de la antigua y una larga conversación con mi padre en la que le comenté mi insatisfacción económica en el PSD-DF embadurnado de una orgía de risas con Ellen. ¿Será que el PSD llegará a ser lo que es el PSOE en España?. Mi padre me dijo que la agregada cultural de la embajada de México está esperando mi llamada porque quiere traerse a Guatemala a los artistas que le comenté. Traeré a Gabriela García.
Pasó la lluvia, corrimos a la Feria Internacional del Libro, ahí me encontré a Carol, ex vice ministra de educación con quien hace poco más de 2 años hicimos varios documentales donde ella hizo los guiones, recuerdo que prestó su casa de Panajachel para la banda y bebimos vino en exceso. No he olvidado que una de esas noches con Itziar (éramos los productores) fuimos presas de nuestras victimas en Panajachel que nos lanzaron algo de plomo al no ceder ni aplaudir sus estupideces. Carol me comentó que trabaja un proyecto con la Cooperación Italiana, con el que se pretende fomentar la comunicación por medio del arte.
Más tarde en el centro, al otro lado de la banqueta vi a Daniela Sánchez, me vio, acordamos reunirnos 40 minutos después en el café Las Cien Puertas, después de beber mi té en el bar árabe del que nunca recuerdo el nombre. Danielita, con un litro de cerveza me contó que ahora trabaja en el ministerio de cultura, hablamos. La cultura no tiene que ser investigación metodológica ni de impacto ambiental, ni burocracia. El convenio México-Guatemala para las artes aún es un pinche papel, algo haremos.
Nos toman por asalto la mesa, la agregada cultural de la embajada de Francia y la encargada de comunicación de la Alianza Francesa, después nos secuestran y nos llevan a otra mesa pues el convoy cervecero sería más grande y así fue, llegaron más personajes. Daniela después del litro de cerveza, se tenía que ir así que nos retiramos pues me daría un aventón a casa, pero en el camino, volteo, veo a otra Daniela, me invita a la mesa y a más cerveza, ella estaba con Hugo, que acaba de volver de estudiar producción cinematográfica en Cuba, Danielita Sánchez se retiró yo me quedé bebiendo, conversando.
En la platica les comenté que hace 5 años casualmente me encontré al Chalo en la colonia Roma y que vivió un tiempo en mi departamento, que ahora vive con una guionista en Chilpancingo, los tres afirmamos que este salvadoreño es un chingón. Daniela recontó que hará 2 largometrajes antes de que termine el año, ¿es algo así como enchílame otra? .Salí, dejé la conversación para ir a saludar al Alex al bar de enfrente, es bartender, ahí me encontré con Bernardo que andaba poniendo la convocatoria del Manifestarte: abrazos, beso en la mejilla como nos los damos siempre. Él volverá a trabajar en el ministerio de cultura, después de haber salido hace 5 meses de ahí con la entrada del actual gobierno “socialdemócrata”, ahora supongo que ya no dará aquellos talleres de creatividad.
Como perdí el aventón, el escuadrón fue por mí para llevarme a casa. A Bernardo lo veré hoy en el bar Europa. Prefiero café, no solo por barato sino porque me parece un buen compañero para la lluvia, además para esta melancolía no hay nada mejor que el aroma a café y a tierra húmeda. Me voy al bar a convencerlo de tomar café (no tengo dinero, la política a mi no me paga bien).
Hoy escribo a prisa… (tengo un compromiso en el Europa)
Ayer martes, para pasar la lluvia: crepas de chocolate blanco, café de la antigua y una larga conversación con mi padre en la que le comenté mi insatisfacción económica en el PSD-DF embadurnado de una orgía de risas con Ellen. ¿Será que el PSD llegará a ser lo que es el PSOE en España?. Mi padre me dijo que la agregada cultural de la embajada de México está esperando mi llamada porque quiere traerse a Guatemala a los artistas que le comenté. Traeré a Gabriela García.
Pasó la lluvia, corrimos a la Feria Internacional del Libro, ahí me encontré a Carol, ex vice ministra de educación con quien hace poco más de 2 años hicimos varios documentales donde ella hizo los guiones, recuerdo que prestó su casa de Panajachel para la banda y bebimos vino en exceso. No he olvidado que una de esas noches con Itziar (éramos los productores) fuimos presas de nuestras victimas en Panajachel que nos lanzaron algo de plomo al no ceder ni aplaudir sus estupideces. Carol me comentó que trabaja un proyecto con la Cooperación Italiana, con el que se pretende fomentar la comunicación por medio del arte.
Más tarde en el centro, al otro lado de la banqueta vi a Daniela Sánchez, me vio, acordamos reunirnos 40 minutos después en el café Las Cien Puertas, después de beber mi té en el bar árabe del que nunca recuerdo el nombre. Danielita, con un litro de cerveza me contó que ahora trabaja en el ministerio de cultura, hablamos. La cultura no tiene que ser investigación metodológica ni de impacto ambiental, ni burocracia. El convenio México-Guatemala para las artes aún es un pinche papel, algo haremos.
Nos toman por asalto la mesa, la agregada cultural de la embajada de Francia y la encargada de comunicación de la Alianza Francesa, después nos secuestran y nos llevan a otra mesa pues el convoy cervecero sería más grande y así fue, llegaron más personajes. Daniela después del litro de cerveza, se tenía que ir así que nos retiramos pues me daría un aventón a casa, pero en el camino, volteo, veo a otra Daniela, me invita a la mesa y a más cerveza, ella estaba con Hugo, que acaba de volver de estudiar producción cinematográfica en Cuba, Danielita Sánchez se retiró yo me quedé bebiendo, conversando.
En la platica les comenté que hace 5 años casualmente me encontré al Chalo en la colonia Roma y que vivió un tiempo en mi departamento, que ahora vive con una guionista en Chilpancingo, los tres afirmamos que este salvadoreño es un chingón. Daniela recontó que hará 2 largometrajes antes de que termine el año, ¿es algo así como enchílame otra? .Salí, dejé la conversación para ir a saludar al Alex al bar de enfrente, es bartender, ahí me encontré con Bernardo que andaba poniendo la convocatoria del Manifestarte: abrazos, beso en la mejilla como nos los damos siempre. Él volverá a trabajar en el ministerio de cultura, después de haber salido hace 5 meses de ahí con la entrada del actual gobierno “socialdemócrata”, ahora supongo que ya no dará aquellos talleres de creatividad.
Como perdí el aventón, el escuadrón fue por mí para llevarme a casa. A Bernardo lo veré hoy en el bar Europa. Prefiero café, no solo por barato sino porque me parece un buen compañero para la lluvia, además para esta melancolía no hay nada mejor que el aroma a café y a tierra húmeda. Me voy al bar a convencerlo de tomar café (no tengo dinero, la política a mi no me paga bien).